La integración de la vanguardia en la clase se expresa políticamente como Partido Comunista, e históricamente como movimiento de la clase hacia la posición política de la vanguardia, la posición política del Comunismo.
El PC no surge, entonces, de las masas o del movimiento espontáneo de las masas proletarias, pero sí surge, necesariamente de la clase proletaria. Es preciso distinguir conceptualmente la idea de masas de la de Clase. Las masas forman parte de la clase, pero la abarcan en su totalidad. La vanguardia es otro de sus componentes esenciales. Cuando la vanguardia portadora de la ideología de vanguardia se integra en la Clase y se une a su movimiento de masas, surge el PC Por eso decimos que este partido es un producto de la clase proletaria, aunque no de su movimiento de masas espontáneo. Por eso decimos que no hay PC sin esa síntesis entre vanguardia y masas dentro de la Clase, aunque la vanguardia pueda preexistir - como en la actualidad preexiste y así se puede constatar en los numerosos círculos marxistas-leninistas que hoy están organizados y que son producto de la desintegración del revisionismo - desconectada del movimiento obrero y, por tanto, sin formar parte orgánica de la clase. De hecho, esta situación es una etapa necesaria y previa a la consecución del PC: es la etapa de Reconstitución del Partido, etapa que se caracteriza por que la vanguardia pugna por formar parte integrante de la clase, cosa que sólo es posible constituyéndose en PC.
El proletariado es una unidad entre conciencia y movimiento. Como ya se ha dicho, en la fase de su aparición todavía no era una clase. Eran los tiempos de la desintegración del feudalismo, del auge del capital comercial y de la incipiente manufactura. Los proletarios existen desperdigados, son un subproducto de la disolución de las relaciones feudales y tienden constantemente a volver a las viejas formas de producción familiar o gremial. Pero cuando el capitalismo se apropia cada vez más de las esferas productivas de la economía y empieza a dominar toda la producción social y, sobre todo, cuando el capital introduce la máquina en la producción, la tendencia a la proletarización de los productores se hace dominante y se inicia la resistencia más o menos organizada de los asalariados. Al principio ésta lucha es local o individual, pero se va extendiendo y organizando a escala nacional. Los proletarios van tomando conciencia de que son una clase con intereses especiales que se enfrenta a otra clase, la de los patronos. La pugna toma, cada vez más, las connotaciones de un enfrentamiento entre clases y, cada vez más, dimensiones políticas. En esta fase del movimiento el proletariado se constituye como clase y se organiza políticamente como clase (sindicatos, partidos obreros). A este grado del desarrollo del movimiento corresponde un tipo de organización y un tipo de conciencia política. El proletariado es ya una clase social plenamente configurada y sus acciones responden a una determinada conciencia política independiente. Actúa, por tanto, como partido político. Sin embargo, esta conciencia y esta organización política señalan que todavía el movimiento proletario se encuentra dentro del marco burgués, todavía presuponen las relaciones sociales capitalistas como condiciones incuestionables; el movimiento del proletariado fundamentado en la lucha de "clase contra clase" todavía se limita a la reproducción de las condiciones de esa lucha sin otra salida que desarrollarla infinitamente. Por eso, la lucha política de la clase proletaria se centra sólo en adquirir ventajas para esa lucha, se centra en reformas y emplea la huelga o la legalidad parlamentaria para conseguirlas o refrendarlas. El movimiento proletario sólo puede dar un salto cualitativo nuevo y tomar un nuevo curso acorde con las posibilidades de su acción político y con sus metas históricas cuando la concienciación revolucionaria se introduzca en su movimiento presentándole sus nuevos y verdaderos objetivos políticos y cuando esto cristalice en un nuevo tipo de organización política de la clase obrera; en definitivo, cuando el movimiento proletario se dirija hacia el Comunismo, cuando la clase obrera que actúa como partido político burgués tienda a transformarse en organización política comunista, cuando la clase como movimiento político de resistencia se transforme en movimiento revolucionario, primero de manera incipiente (PC), después de forma que abarque a toda la Clase (sociedad comunista).
En su lucha de clase contra la burguesía, el proletariado pugna constantemente por dotarse de este tipo nuevo de organización, que acompaña a la paulatina toma de conciencia de su papel revolucionario. En esa lucha, la pervivencia del tipo de organización reformista expresa que el proceso de elevación consciente de las masas hacia la posición de vanguardia comunista es necesariamente gradual, que no se produce de golpe, a través de un sólo acto político para toda la clase - la constitución del PC, por ejemplo - , sino de varios acontecimientos históricos - constitución del PC, más la conquista revolucionaria del poder, más el cumplimiento de las tareas de la Dictadura del Proletariado - , por un lado; y que la burguesía, a través del apoyo a esas viejas organizaciones, trata de contener y frenar la transformación y el paso de la conciencia y de la organización obrera de su estadio reformista al estadio revolucionario, por otro; con lo que la vieja organización obrera se transforma, objetivamente, en su contrario, pues deja de defender los intereses estratégicos de la clase obrera y pasa a defender los de la burguesía, y consuma, con ello y a través de sus direcciones oportunistas y revisionistas, la traición histórica de la socialdemocracia al proletariado. Por esta razón e independientemente de las maniobras tácticas que exija todo proceso revolucionario en circunstancias concretas, la socialdemocracia y el revisionismo se han convertido en el principal enemigo de la Revolución, tanto en su primera etapa o de constitución del PC, porque tratan de desvirtuar la ideología de vanguardia y de dificultar el deslindamiento de campos con la ideología burguesa, como en la etapa de ganar a las masas para la Revolución y de conquistar el poder, porque sirve de correa de transmisión de la burguesía dentro de la clase obrera y porque trata de neutralizar la transformación y la organización revolucionaria de las masas.
Si la conversión del proletariado en clase y en partido obrero tiene lugar a través de la dialéctica o lucha de "clase contra clase", de su lucha contra la burguesía por la defensa de sus reivindicaciones inmediatas, la conversión del proletariado en clase revolucionaria y en PC tiene lugar a través de la dialéctica entre vanguardia y masas dentro de la clase, pues la vanguardia es la que transforma y la única que puede transformar la lucha de clase general del proletariado en conciencia y organización revolucionarias.
En otras palabras, si el motor del movimiento proletario en su etapa de conformación como clase era la confrontación directa con la otra clase (la burguesía), confrontación que permite la delimitación de los campos sociales o políticos entre ambas y la unidad del proletariado como sujeto económico, en la etapa de transformación del movimiento obrero en movimiento revolucionario (Revolución Proletaria), el motor pasa a ser la acción recíproca entre la vanguardia - ya integrada en la clase - y las masas del proletariado: en resumidas cuentas, el motor de la elevación de la Clase hacia el Comunismo pasa a ser el PC.
El PC no es algo separado de la clase, no es algo que se le da a ésta desde fuera o que se dirige a ella desde fuera, el PC es la relación que existe entre la vanguardia y las masas de la clase en la Revolución, relación que encuentra una unidad y halla una cristalización orgánica diferente en cada una de las etapas de la Revolución. El concepto de Clase y el concepto de Partido no deben ser entendidos separadamente, desde una relación de exclusión, a la manera metafísica, sino como los dos aspectos de una unidad dialéctica, como los dos aspectos de una entidad histórica determinada, el proletariado, cuyo papel revolucionario se desenvuelve con el movimiento de esa unidad dialéctica: primero, cuando, en la fase histórica de preparación de la Revolución - hasta finales del siglo XIX - , el proletariado se convierte en clase y, por tanto, esta condición orgánica pasa a ser el aspecto principal, pues se trata de su organización como unidad social, mientras que el aspecto político juega un papel secundario, en tanto que el partido obrero es sólo un partido aglutinador de la clase que defiende su identidad social y económica como tal clase. Segundo, cuando en la era de la Revolución - hasta el Comunismo - , el proletariado debe convertirse en PC, por lo que su elevación a esta nueva condición política es lo principal, pues se trata de que cumpla su misión histórica de eliminar la sociedad de clases, con lo que, una vez alcanzado el Comunismo, supera su condición social y económica de clase y desaparece en una nueva síntesis la contradicción Partido-Clase que define al proletariado - o a la humanidad determinada históricamente como clase asalariada - en la sociedad de clases.
En la era de la Revolución Proletaria, el movimiento de la Clase hacia su Partido se expresa en la contradicción entre la vanguardia de la clase y las masas de la clase. Ya no se trata de consolidar cuantitativamente al proletariado como clase particular en la historia, ni de defender su identidad moral como clase política independiente, es decir, de definirse y separarse política y socialmente respecto de la burguesía; se trata de sobrepasar, precisamente, las condiciones que la determinan como clase política. Esta transformación de las tareas del proletariado explica que su organización de vanguardia no sea ni pueda ser una organización de masas, cuya vocación es la de abarcar a toda la clase - lo que significaría que permanecería aletargada en el nivel económico o sindicalista de su desarrollo político - , como el sindicato o el partido reformista, sino una organización cuya vocación sea la de elevarla y la de llevarla hacia el Comunismo. Y como se trata de trascender su determinación material como clase, de, por decirlo de algún modo, negar su actual condición empírica de clase social explotada para autotransformarse y emanciparse en el Comunismo, transformando y emancipando, a la vez, a toda la humanidad y elevándola a un nuevo estado de civilización, debe ser una organización que porte una ideología cualitativamente superior, de vanguardia - el Comunismo - , quien cargue con la responsabilidad de cumplir esa tarea de elevación del proletariado hasta ese nuevo estado de civilización. Quienes, como Anguita y sus secuaces, se autoproclaman "comunistas" y, al mismo tiempo, niegan el leninismo - como en el último Congreso del falso PCE, respondiendo a quienes, dentro de su organización, reivindican la vuelta al leninismo - , es decir, el Comunismo de nuestra época, la ideología de vanguardia que trata de elevar a la clase sobre su actual estado de clase explotada, aduciendo, precisamente, que, en la actual sociedad, en el capitalismo, hay un "techo socio-cultural" que no se puede sobrepasar, están renegando de lo que define esencialmente al Comunismo como ideología, están ejerciendo el oportunismo electoralista más descarado, están demostrando el anticomunismo más evidente y recalcitrante.
Por todo esto, la ideología es la principal característica que define a la nueva organización de vanguardia, porque ese ideario es lo que promueve el movimiento proletario y lo que proyecta su ser hacia un horizonte revolucionario, es lo que le abre la conciencia y le despeja de la postración de su determinación económica como clase productora de plusvalía y de riqueza ajena; por eso, la vanguardia proletaria debe acercarse al resto de su clase desde la ideología: éste es su primer paso y su premisa como tal vanguardia, y este es el primer paso y la primera premisa del movimiento de la clase proletaria hacia su Partido, del movimiento revolucionario del proletariado.
El Partido es el movimiento revolucionario de la clase "para sí misma". La clase que se autotransforma de clase explotada en humanidad emancipada es el Partido como expresión del movimiento de la clase en esa transformación. Esto tiene diferentes soluciones según la etapa en la que el movimiento se encuentre. Cuando, en un primer momento, un sector de la sociedad adquiere la conciencia comunista, pero invierte la mayoría de sus esfuerzos en asumirla completamente y en organizar la forma de empezar a llevarla a la clase obrera, todavía no existe Partido ni, en consecuencia, movimiento revolucionario, ya que todavía se trata de que la vanguardia ideológica entre a formar parte de la clase. Digamos de paso, en este punto, que, para constituirse en parte de la clase revolucionaria moderna, no es requisito único e indispensable el compartir su situación material, su posición en el proceso productivo, sino que también se puede ser parte de la clase compartiendo su ideología - que es, en esencia, revolucionaria - . Este es el primer tramo que debe cubrir la vanguardia (ideológica) para poder ser parte de la clase y, por lo tanto, para poder cumplir su papel de vanguardia (revolucionaria). Mientras quede pendiente esta tarea, no existe vanguardia real, práctica, no existe orientación revolucionaria para la clase, ni, por tanto, movimiento hacia el Comunismo, ni PC.
En un segundo momento, cuando la vanguardia ha asumido la ideología y ha tomado contacto con las masas de la clase, de manera que ha podido crear un incipiente movimiento hacia ese ideario, se cumplen las condiciones para la existencia del PC como organización política específica, pues la clase, una vez integrada la vanguardia en su seno, ya puede empezar a transformar su movimiento espontáneo en un movimiento consciente (revolucionario) hacia la posición ideológica y política del ideario y del programa de ese Partido, el Comunismo. En este momento y en este sentido, el PC nace como organización de la vanguardia más el movimiento de las masas hacia ella .
Posteriormente, ese movimiento debe extenderse hasta todas las masas de la clase, para lo que la vanguardia debe utilizar todos y cada uno de los instrumentos políticos que el desarrollo de este proceso exija y permita: organizaciones de masas para fortalecer el movimiento revolucionario y la posición política de la vanguardia, es decir, para fortalecer al PC; Dictadura del Proletariado, para barrer los obstáculos que la vieja sociedad opone a la extensión del movimiento; construcción de relaciones sociales nuevas, para acelerar la elevación de la clase hacia el Comunismo, etc.